miércoles, 8 de septiembre de 2010

Parece que fue antes de hoy..

Embriagando tu sillón

Vuelo a pensar

Nuestras historias de calor

Vuelo a desear

Alguna gota de sudor

Que no pudimos transformar

En aquellas noches de pasión

Hoy quiero vuelvo a recuperar…


La furia del cuerpo

Que tengo que hallar

La noche, tu boca

Que quiero volver a tocar

La noche, el broche

Que puedes sacar

La risa, la brisa

Que nos guía en el andar…


El deseo manda

En este reino imprudente

El engaño es su mayor representante

Que nos cuenta

Que la hora se pasa

Y hay muchos lugares

Por volver a visitar

Me miras

Y empiza el final…

Sexto'

Dulce sensación

Opuesta al final

Pecado corrupto

Intensa polución

Corrompes mis sentidos

Alimentas mi camino

Tu sendero perfecto

Despierta mis deseos

Aquí me veras

No violo reglas

No conozco final…

Escaleras

Que el tiempo desnude la verdad

Que construya los naipes nuevos

Que caerán de golpe

Hoy saltas la ruta prometida por el hombre

Y sonríes en sus miradas

Pero no respondes

Hoy el tiempo pidió un silencio corrupto

Ya no soy tuya, ni tú mío

Ya no cantas…

El único verso que dolía

Se fue quedando dormido…




jueves, 2 de septiembre de 2010

Heraldos Negros'

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé.
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!


Cesar Vallejo- 1918

miércoles, 11 de agosto de 2010

Dias intensos I

Caminada ebria del sueño, mis pies fríos y mojados arrastraban barro y sonidos del ayer, estaba oscuro y la llovizna entristecía mas mis miedos, casi no sentía mi nariz.

Cruce la calle y pregunte al suelo: “¿Por qué ayer no pude decírselo?”, jamás respondió. Los brazos me temblaban y el cabello corto se endurecía cada ves mas, era incontable no podía pensar mas, ya no, era un castigo vano que repetía como una sinfonía inconclusa.

Pase por un jirón y soñé con luciérnagas, eran luces continuas que mis ojos fantaseaban; el se había distanciado, yo lo extrañaba creía que su pelo lacio era una intoxicante sabana, que sus dientes eran un mordisco del destino que quería que me atrapara, pensé que la vida mía había caído tan bajo y que el me rescataba, era una niña ilusa que no esperaba nada, pero quería todo.

Era una zombi alegre que oía el eco del vacio y la excitaba; que rico es llevar el viento en tu espalda y dejarse llevar por la nada, por pretender que mañana no iba a extrañarlo…




Desperté dormida, mi cara rosada, quería sucumbir al húmedo frio que entraba en los poros tibios y cerrados que dormían aun, mi cuarto era un desorden como la vida, las 6 de la mañana siempre me caían mal y el desayuno era un tedioso tramite en mi sonámbulo despertar, Nunca lo hacia.

La masa humeante diaria del bus rojo que roncaba en cada parada estresaba las notas dulces que el frio me daba, queriendo no querer, subo apretando, escucho acomódense al fondo y duermo parada, tediosa rutina necesaria.
Despertaba siempre exacto en el colegio y el ciclo continuo de los rostros era algo cotidiano en los pasillos, exaltados por sus cursos y el examen que esta por venir ; sentía que caminaba flotando entre rayos inalcanzables , esta vez la pastilla no pasaba y me preguntaba : “¿Estará por llegar?”.

A veces pienso que el tiempo corre sin darme cuenta y cuando me doy, para apropósito para que no piense, en ese momento pasaron 3 horas y sigo hablando del sentido hermoso de tenernos y seguía preguntándome : “ ¿En que clase estará?” ,seguro una que no le gusta. Y si lo aceptó, pensaba mas que demasiado en el, era un escalofrió que me atraía.

Lo había visto pasar desafiante, pero tranquilo, era un muchacho que levantaba mirada y corrompía mis pensamientos.
Era un martes furioso y el sol alumbraba su sonrisa, grandiosa coincidencia que el viento arrastrase mis ojos hacia el y se produjiera una explosión silenciosa, que entendí tácitamente, mi corazón cambio sin avisarme…

La foto mental se instalo en el álbum de lo estático, no podía olvidar la película de su sonrisa, que soleado era el día cuando pensaba en un perfecto desconocido distante, era un corrupto síntoma, ya llevaba dos años y medio de intrínseco ir y venir de aquella institución y justo ahora cuando mi destino estaba en irme, se cruzo por mi mirada tan atraíble con un imán.

¿Estudiaste para el examen?, pregunto una amiga, fue como si cayera de un precipicio olvidado de cara al pavimento, recordé que también estudio y era una placa que no podía olvidar en mis metas verdaderas, voltee y le dije que si, mentí.

Mis ideas se opacaban pensando más en otro tiempo, no me sentía ubicada en un salón, era un espectro impaciente por desaparecer y eso hice, regrese a casa.

Las escaleras blancas y el ladrido mene ante me hacían entender que mi casa era la misma, subí, comí, sentí una vibración excéntrica en mi pecho, no era yo, era mi celular cardiaco que consumía un mensaje que me hizo estremecer mi cuerpo...



miércoles, 23 de junio de 2010

Amanecer




El frio de la mañana
Empaña el calor de mi cuerpo,
Entreabiertos mis ojos
Visualizan tu rostro,

Cierro mis puños helados
Buscando calor,
despliegas tu brazo
buscando un cuerpo abrazador

Entrelazados nuestros cuerpos
Van al compas de las caricias del viento,
Que van desnudando
Pensamientos infinitos

El sonido estridente del despertador
Nos avisa que no hay tiempo
Me das un beso
Me sonrojo cada ves que
Lo pienso…


jueves, 27 de mayo de 2010

Stasera'

Y va caminando con aire de vencedor
Siempre con las manos en los bolsillos de su pantalón
A paso lento a través del corredor
Sonriendo sin la mínima preocupación

Va acompañado de sus camaradas
Guiando la marcha
Atrayendo un sinfín de miradas

Se detiene en el lugar de siempre
Reclinándose en un muro
Jugando con su suerte…
Jugando con mi suerte...